Si nunca has bebido una cerveza Guinness, es lo primero que se hace cuando estas en Dublín. Pero sabes que es la Guinness? Descubramos la historia y las virtudes de esta increíble familia de empresarios irlandeses.
Oscura, fuerte, espumosa, Guinness es la cerveza stout mejor conocida en el mundo. Hoy en día la producción de esta cerveza irlandesa única está en manos de una gran empresa multinacional que también vende otras marcas conocidas, pero desde 1759, el año de su nacimiento, hasta 1986, esta cerveza era un asunto de familia. De la familia Guinness, por cierto.
Su aventura empresarial comenzo desde cero, Arthur Guinness, el hijo de un humilde granjero, logró crear un imperio a partir de una pequeña herencia que recibió de parte del arzobispo de Cashel, para el que trabajaba su padre, y fue así que con tan solo 100 libras emprendió su primer fábrica de cerveza, convirtiéndose en menos de una década en el jefe del gremio de cerveceros en Dublín.
A pesar de que era protestante y unionista, y por esta razón no querido por los dublineses, el padre de la cerveza Guinness hizo mucho por sus conciudadanos, dejando una marca indeleble en la ciudad de Dublín y su historia.
El legado de la familia Guinness
El nombre de Guinness en Dublín no sólo hace memoria a la famosa cerveza, sino también a la familia, a quienes sus habitantes aun recuerdan. La mayor cervecera del mundo, invirtió considerables sumas de dinero en obras públicas tanto en el sector civil como el social, lo cual cambio la fachada de Dublin de un país pobre y retrasado a la ciudad que hoy todos quieren visitar!
En 1864 Sir Benjamin Guinness dejo por siempre la huella de la familia en la ciudad, financiando los trabajos de restauración de la catedral de San Patricio, la iglesia más grande de Irlanda, la cual se encontraba en mal estado debido al abandono e inactividad. Hoy en día, gracias a la generosa contribución de la familia Guinness, la austera catedral es uno de los sitios turísticos más visitados en Dublín y la primera en la que dejará su corazón.
Trece años más tarde, fue el turno de Edward Arthur Guinness, que después de una batalla con el Parlamento, logro que los Dubliners tuvieran acceso publico al parque hoy conocido como Stephen’s green el cual era reservado únicamente para las clases altas que vivían en los alrededores. No sólo hizo que fuera accesible para todos, también financió las obras para que se convirtiera en un verdadero parque público, incluso cuenta con un estanque de peces, en la que aún hoy en día se deslizan silenciosamente patos y cisnes hermosos.
A pesar del hecho de ser ricos, y queridos en la mayoría de los barrios populares de la ciudad, esta familia nunca olvido su origen, tan es así que crearon una fundación en 1980 llamada Iveagh Trust , que llevaba como fin la construcción de vivienda para las personas sin hogar, para rescatarlos de las malas condiciones de vida y permitiendoles con esto vivir de manera mas saludable y confortable.
En resumen, no sólo es la cerveza, sino también la sensibilidad social y amor por su ciudad. Un amor que todavía se puede percibir, visitando los lugares donde la familia Guinness dejó su legado en la ciudad de Dublín.